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sábado, 13 de junio de 2015

Mi Gusano de Jacob. Isaías 41.

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Dios es maravilloso y tiene mucho poder él puede hacer muchos milagros en nosotros pero lo que en realidad causa gozo en nuestro corazón es su presencia. Sentir que nos consiente y nos ama es maravilloso.
Una persona puede tener un padre en el extranjero el cual le gira todo el dinero que le pide pero a pesar de todo el dinero que pueda recibir nunca podrá disfrutar de los mimos y las caricias que obtienen los hijos que gozan de su presencia.
Las personas que solo buscan milagros en Jehová los pueden recibir a diario pero nunca disfrutaran como disfrutan quienes lo buscan en espíritu y en verdad.
En una iglesia lo que sana no son los gritos del pastor lo que sana es la presencia de Dios en ese lugar o la fe con la que la gente acude. Mateo 18: 20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos
Bendiciones de la presencia de Dios.
1. Somos escogidos por Dios. V 8 “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.” No fuimos nosotros quienes escogimos a Dios fue el quien se fijó en nosotros.
2. Dios nunca nos desecha a pesar de nuestra imperfección. V 9 “Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché” aunque nuestros padres nos abandonen Jehová nunca lo hará el siempre permanecerá con nosotros. Salmos 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
3. Dios nunca nos abandona, él nos da fuerzas y nos levanta cuando ya todo parece perdido. V 10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
4. Somos libres de nuestros enemigos. No importa cuánto los demás nos desprecien con Jesucristo siempre seremos más que vencedores. V 11 “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.
5. Nuestros enemigos desaparecen. V 12 “Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.” nuestros enemigos no solo son los de afuera, nuestros enemigos más grandes son los que están en nuestro interior nuestros propios complejos y debilidades.
6. Dios nos da toda su protección. Si hemos salido victoriosos de ese problema difícil en el que estábamos es porque Jehová siempre estuvo con nosotros. V 13 “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo
7. Dios nos da valía. Para el somos muy importantes y sobre todo él nos transforma de un simple gusano en un trillo poderoso. V 14-15 “No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo.
Dios quiere transformar nuestra vida pero eso depende de nosotros. Dios hace lo sobrenatural pero nosotros debemos disponernos. El gusano que no quiere cambiar jamás será una hermosa mariposa. Hay quienes por su terquedad prefieren seguir siendo un gusano y no dejan que Dios los transforme.
En nuestros problemas Dios siempre está pensando en nosotros lo malo es que nosotros no estamos pensando en él.
Solo con Jesucristo nuestra vida puede ser maravillosa a un en medio de los problemas. Salmos 40: 17 “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Con Jesucristo todo sufrimiento es temporal. Los sufrimientos que podemos tener no son nada comparado con las bendiciones que recibimos de parte de Jesucristo. 2 Corintios 4: 17-18 “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Jesucristo no solo nos promete salvación y vida eterna. Jesucristo quiere darnos una mejor calidad de vida aquí en la tierra. Él quiere convertirnos de gusano a un poderoso tirillo.